Un anciano
En el ruidoso interior del café, cabeza inclinada sobre la mesa, un anciano sentado solo, un periódico delante de si.
Y en la miserable banalidad de la vejez piensa lo poco que disfrutó de los años en que tenía fuerza, talento y buen aspecto.
Ahora sabe ya es viejo, lo ve, lo siente. Aún parece como si fuera ayer cuando era joven. El tiempo ha pasado tan rápido, ha pasado tan rápido.
Y piensa como la Discreción le engañó, cómo solía creer, tan estúpidamente, en aquél embuste que le decía: "Mañana. Tienes mucho tiempo".
Recuerda impulsos frenados, las alegrías sacrificadas. Cada oportunidad perdida se burla ahora de su estúpida prudencia.
Pero tanto pensar, tanto recuerdo aturde al anciano. Cae Dormido, su cabeza descansa sobre la mesa de café.
.-Kavafis